Podría definir ese primer momento como mágico, y recuerdo cómo la saga no pasó desapercibida: muchos compañeros de clase y niños jugábamos a aquellos juegos tan especiales que, para ser de 8 bits (ridículo con los videojuegos actuales), hizo nuestras infancias de algo especial. Pero ahora, pensando sobre esto, no puedo evitar pensar que eso no dejaba de ser una simple moda como las demás, no obstante, lo que ayudaba a esa "moda" a mantenerse era la cantidad de contenido que teníamos en España sobre la saga: tazos, series de dibujos animados, juguetes, etc.
Con el tiempo y el cambio de generación, mucha gente terminó desligándose de la saga, ya fuese porque gran parte de esa publicidad se perdió y no supieron mantener la esencia en las nuevas generaciones que llegaron, o porque el salto entre alguna que otra generación les pareció muy brusco. Me he encontrado en persona muchísimas personas de este tipo, gente que se quedó anclada en la tercera generación (comprendida por Zafiro, Rubí, Esmeralda, Verde Hoja y Rojo Fuego, entre otros), alegando que la saga alcanzó su clímax hasta el Esmeralda o los remakes, y a partir de ahí se perdió por completo la esencia. No hablemos también de la gente que tiene en mente por alguna absurda razón que Pokémon es sinónimo de algún calificativo ofensivo (gente que, sin duda, también me he encontrado hasta debajo de las piedras).
Esto me ha hecho pensar, y es cierto que yo también sentí cierto cambio a partir de la tercera, sobre todo en los diseños de los Pokémon, los cuales a mi parecer, algunos rompen bastante con lo que veníamos acostumbrados a ver, acercándose en algunos casos a Digimon, la principal saga antagonista de Pokémon. Así mismo, también llegué a sentir que muchas partes del juego terminaban siguiendo el mismo hilo: reunir ocho medallas, combatir contra pescadores que utilizaban equipos de seis Magikarps, derrotar a los malos, capturar al legendario y ganar la Liga. Eso me desmotivó un poco, a pesar de que profundizaron mucho en la historia de Pokémon creando los Pokémon originales (Dialga, Palkia, Giratina y Arceus), los primeros que existieron y crearon el universo vamos, cosa que igualmente me sigue gustando.
Pero el hecho de que siguieran el mismo camino me resultó algo desmotivante, cosa que mejoró muchísimo con la quinta generación (Blanco, Negro, Blanco 2 y Negro 2), cuyas primeras versiones introdujeron una historia muy profunda y llena de giros inesperados: la primera vez en la saga que vi algo así, haciendo de esta (por muchas más razones) mi generación favorita. Las segundas versiones de la quinta siguieron el mismo hilo de siempre, pero se introdujeron tantas posibilidades nuevas en el gameplay que no me importó, de hecho, se me hizo bastante entretenido jugar al Negro 2.
De algún modo, fue gracias a Pokémon: Edición Negra 2 cuando me introduje de lleno en el mundo competitivo de Pokémon, y es aquí donde empecé a ver la saga de forma muy, muy diferente. Un videojuego donde no solo importaban los gráficos, la historia, o si la banda sonora es bonita o no, sino un juego competitivo, estratégico y muy entretenido. Me di cuenta entonces que la gente que no tenía ni idea de competitivo, juzgaba siempre la saga en base al diseño de los Pokémon o su historia, o incluso su dificultad, la cual a mi parecer, sigue bastante descompensada.
La brecha entre ambas categorías es tal, que muchos Pokémon aparentemente inútiles, así como incontables movimientos inútiles durante en transcurso normal del juego, se vuelven muy importantes a la hora de luchar en competitivo. Es normal que en la primera generación todo el mundo utilizase Trueno, Terremoto y Rayo hielo contra todos los enemigos, porque apenas había movimientos: el tipo Dragón solo tenía un movimiento de daño fijo (Furia Dragón, que bajaba siempre 40 PS), y encima era débil al hielo (un tipo inútil el Dragón), o el tipo Fantasma, que solamente poseía dos movimientos (Tinieblas y Lengüetazo, y en ambos casos la potencia era escasa). La compatibilidad de tipos se volvía un poco caótica también cuando se decía que los Fantasmas eran débiles a los Psíquico por culpa de Gengar, el cual es también Veneno y de ahí su debilidad a Alakazam. Incluso he conocido jugadores que ni se dignaban en mirar las estadísticas de sus Pokémon, las cuales han ido variando con el tiempo a mejor, añadiendo el Ataque Especial y Defensa Especial, o los IVs, o los EVs.
Tras todo esto, he terminado viendo que la saga es tan profunda como uno quiere que sea, no me parece justo que mucha gente critique a Mega-Slowbro o Mega-Salamence, parodiando su diseño con el tipo ficticio "Comida", cuando desde los inicios hemos tenido a Exeggcute. O que esta misma gente critique la saga entera por Pokémon como Garbodor, cuando en la primera generación teníamos a Magnemite o Grimer; o en la segunda generación apenas se incluyesen Pokémon y los únicos interesantes apareciesen después de la Liga, en Kanto; o que los objetivos de los Team Aqua y Magma fuesen absurdos y ridículos, como crear un mundo sin agua o un mundo solamente de agua; o que hasta la cuarta generación se pudiese paralizar a un Pokémon eléctrico (¿¡en serio!?).
Yo me he quedado anonada con esto, sobre todo las últimas semanas donde no he parado de ver críticas a todas las nuevas noticias que salen de Game Freak. Porque alguien que no sabe de competitivo, no sabrá casi nada de Pokémon, y es así. Los juegos a mi parecer, al menos hasta la cuarta generación, son aburridos a más no poder por la dificultad, donde de derrotar a cientos de entrenadores fácilmente con un solo movimiento debido al nivel de tu Pokémon, te encuentras en el Frente de Batalla y te crujen por todas partes ya que estas zonas están orientadas a los combates, no al nivel del Pokémon y a una historia bonita.
Por eso, creo que antes de decir que la saga de Pokémon va a peor porque ya no saben que inventar, o solo quieren dinero y los juegos duran poquísimo, me gustaría que se viese más en profundidad la esencia de los combates Pokémon. Mega-Slowbro en competitivo ya no es tan feo, ¿cierto? Pues es así, y lamentablemente, jugando a los juegos es muy difícil aprender de esto, no obstante, yo los seguiré jugando siempre que pueda, porque me lo paso bien.
Y hasta aquí, las paranoias de una fan empedernida de Pokémon. ¡Un saludo, entrenadores!
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